9 de junio, Día de La Rioja,
lugar: playa de Vilafortuny. Una amiga me pregunta “Oye Sara ¿tú a quién ves
fuerte para la Eurocopa?" Sin dudarlo respondí: Jordi Alba será la revelación.
Los días han pasado y han revalidado aquella respuesta. La mejor muestra de
ello fue el juego de ayer del lateral izquierdo. Incansable, insaciable.
Siempre buscando el pase y siempre corriendo sin el balón en busca del hueco
perfecto para recibirlo, algo que no muchos saben hacer.
Afortunadamente no fue el único
que estuvo ayer encomiable. Sergio Ramos y, reconozco que no es un jugador que
me guste, estuvo fantástico y no solo por el arriesgado penalti a lo Panenka
sino por saber mantener el tipo ante una Portugal agresiva, con hambre de
revancha.
Con la resaca tras el pase a la
final no debemos dormirnos, debemos ser críticos con nuestro juego y hay
aspectos que deberíamos mejorar. El principal, la presencia de un 9, un ariete
que termine las jugadas. No me gustaría acabar siendo subcampeones de la
Eurocopa y lamentando la ausencia de
Villa. Qué le voy a hacer si no me gusta perder ni a las canicas. Aunque reconozco que
es muy fácil ver los toros desde la barrera y hacer de míster en las tertulias
del café.
Pase lo que pase, el domingo se
pone el broche a una Eurocopa para mí un tanto descafeinada sin mi compi de
banquillo. Esperemos ponerle un broche de oro porque esta vez no conceden estrellas.